Dicen que la tercera es la vencida, después de muchos intentos y horas creando e imaginando como sería estar en el, di con mi tercer modelo el cual logra la espacialidad requerida por el profesor, y aquella que se necesita para lograr la tranquilidad en él, no fue tan fácil como imaginaba, ya que no es llegar y poner planos ,planos y mas planos creando muros por la vida y cerrando los espacios, porque después de todo... pierdes el rumbo y la finalidad sin darte cuenta.
El primer intento era prácticamente un bloque, cerrado y con unas pequeñas rendijas las cuales expresaban bien el intento de la búsqueda de la tranquilidad, al igual que el segundo intento, donde seguía siendo como una caja y a medida que uno ascendía iba viendo más luz, con ello una mejor visual y al mismo tiempo una mayor conexión con el exterior, para finalmente llegar a la contemplación del salar, estos proyectos constaban de tres niveles y uno intermedio, el cual cumplía la función de ascenso, era como un gran escalón.
Tenía y tengo la idea muy clara sobre como explicar la búsqueda de la tranquilidad, a través de sombras y distintos niveles, pero al momento de presentar mi modelo, me di cuenta con la ayuda del profesor que esta idea, no era representada al 100% en mi modelo, ya que con solo mirar su imponente y robusta estructura, se perdía la idea de aquella tranquilidad, era prácticamente un departamento con algunos pisos, no habían enlaces ni planos determinantes, como también habían lugares los cuales quedaban comprimidos por cuatro paredes, sin ninguna utilidad... Me preocupaba mucho de la fachada y no de su interior, no estaba generando espacialidad.
Comprendí en el tercer modelo, aquella búsqueda de enlaces la cual se me pedía, creando una estructura la cual posee planos verticales, diagonales y horizontales,en donde el primer nivel posee poca espacialidad generando sombras redundantes y nula visibilidad al exterior (aún no se encuentra la tranquilidad). En el segundo nivel los planos diagonales e inclinados, ayudan a generar una sombra mas leve, haciendo rebotar espectros de luz entre si y generando un ambiente mas liviano e iluminado ( planos inclinados, simples y mas luz generan una leve sensación de tranquilidad, aunque aún la vista no es completa) . En un tercer nivel, los planos desaparecen, ya puedo contemplar desde un lugar sombrío, la tranquilidad esta a flor de piel, comienzo a conectarme con el exterior pero aún falta un nivel. Finalmente, hemos culminado la búsqueda de la tranquilidad, con la ayuda de una gradación de luces en cada nivel, después de pasar por umbrales rutas y estancias, la tranquilidad es total al igual que la conexión con el exterior, la vista es periférica y nada irrumpe en ella, el impacto que quería generar, es construido en aquella travesía, al momento de pasar por planos que te impiden la vista para que en un abrir y cerrar de ojos, te encuentres con el imponente salar de Atacama donde aquella estructura, abstracta y precisa, hizo que el encuentro con esa vista, fuera aún mas impresionante de lo que podría haber sido.
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